Suecia es una de las 20 economías más importantes de mundo, con un alto poder adquisitivo. Se caracteriza por una elevada estabilidad económica, política y social, por ser una economía abierta al exterior -con empresas de alta tecnología, farmacéuticas, papeleras, automovilísticas o de consumo discrecional, que producen bienes de alta calidad- y estar dotada de mano de obra políglota y muy cualificada. Con un crecimiento superior al 3%, el mercado sueco es especialmente interesante para productos de calidad, ecológicos y con elevada dosis de innovación. Los ambiciosos planes de infraestructura en marcha, para renovar una red un tanto obsoleta, y de viviendas, ofrecen interesantes oportunidades de negocio para las empresas españolas.